Un Pueblo Abandonado continúa imparable

A pesar de los intentos de silenciar el libro “Un Pueblo Abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara Occidental”, el mismo sigue subiendo en las listas de obras, sobre el Sahara Occidental, más difundidas hasta el momento.

Alberto Maestre Fuentes (@Diarioelminuto)

Una obra, que está basada en mi tesis doctoral y que obtuvo la máxima calificación por la Universidad de Barcelona, no interesaba que fuera publicada y, mucho menos, que tuviera la difusión que está teniendo hasta la fecha. Todos sabemos de las manipulaciones, mentiras y calumnias que Marruecos es capaz de utilizar sobre la última colonia de África. Tanto tiempo creyendo en sus propias mentiras han hecho mella en ellos.

Cuando se es capaz de manipular hasta un dictamen tan claro como es el del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya de 1975 sobre el Sahara Occidental, se es capaz de cualquier cosa.

Y así lo están haciendo, sin pudor alguno

Pero no contaban que historiadores realizarían investigaciones y tesis doctorales sobre el Territorio no autónomo del Sahara Occidental que es lo que es, legalmente, para las Naciones Unidas, les guste o no a los propios ocupantes marroquíes.

Como se sabe, una tesis doctoral, es un trabajo científico, de investigación. Todo está contrastado y demostrado. Sino no sería una tesis doctoral evidentemente.

Durante años de investigación, son el director y tutor, quienes te dirigen y te van guiando durante todas tus investigaciones.

En mi caso tuve la suerte y el privilegio de tener al prestigioso Doctor Agustí Colomines como director y tutor. Toda una eminencia y referente no solo para nosotros, los historiadores, sino para toda la intelectualidad.

Que una persona de la talla como es la del Doctor Colomines acepte llevar tu tesis doctoral es ya un primer indicio de que el resultado del mismo será altamente positivo, púes si dudara de ti y de tu capacidad científica no aceptaría dirigirte y mucho menos dar su visto bueno a que se pudiera depositar ante la Comisión Académica que es, en última instancia, la que autorizará o no la defensa de la tesis ante el tribunal.

Sólo señalaré que el tribunal que evaluó finalmente mi tesis doctoral, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, fue presidido, ni más ni menos que por el prestigioso catedrático Doctor Josep Sánchez Cervelló, uno de los mayores especialistas en Historia Contemporánea y del colonialismo africano portugués como su extensa bibliografía lo confirma.

Y fue el propio Doctor Sánchez Cervelló quien, al final de haber concluido la defensa de mi tesis doctoral, me solicitó que la misma no quedara sólo para el ámbito académico y que fuera publicada, lo antes posible, por la importancia que tenía y de que sería una herramienta de ayuda de primer orden, para la resolución del problema de descolonización del Sahara Occidental.

Y así nació el libro.

Un Pueblo Abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara Occidental, ha sido presentado en distintos lugares de la geografía española, incluido en el propio Senado español en Madrid.

Como todos sabemos los grandes medios españoles siguen haciendo el juego a Marruecos con el tema del Sahara Occidental, pero a pesar de todo ello he podido conceder entrevistas a varios medios de comunicación e incluso a distintas cadenas de radio, como la pública “Radio Nacional de España” y hablar del problema saharaui.

Poco a poco este libro, gracias a su lenguaje claro y estructura amena que llega a todo el mundo, se está difundiendo no sólo por todos los rincones de España sino que ya está disponible en varios países latinoamericanos.

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Además cuando se llegue a la cuarta edición, la editorial Chiado Books, hará su versión en lengua inglesa. Esto será extremadamente positivo para dar a conocer al mundo la verdad sobre el problema saharaui. Cuantas más personas sean conscientes de que África no ha cerrado su capítulo de descolonización y de que el Sahara Occidental es la mayor colonia existente hasta el momento, más fácil será su solución.

Hay un pueblo, el saharaui, que lleva demasiados años sufriendo en silencio y ante la aparente indiferencia del mundo. Si no se habla de ellos mejor para los ocupantes marroquíes, pues seguirán expoliando, maltratando y asesinando, impunemente a saharauis. Hay que luchar ante este silencio cómplice de una vez por todas. Y este libro puede ser una de las herramientas. Los marroquíes no se atreverán, directamente, a cuestionar o desprestigiarlo pues si lo hicieran, desprestigiarían además a la Universidad española y al mundo académico en general. Marruecos y el Majzen,. como todos nosotros sabemos, utiliza otros mecanismos más sutiles, en los cuales, la distorsión de la realidad es uno de ellos.

Como me indició hace poco un saharaui de El Aaiún, doctorado en Ciencias Políticas y que por su seguridad personal, no indicaré su identidad, Marruecos realmente está preocupado por la difusión de Un Pueblo Abandonado, puesto que los servicios del Consulado marroquí de Barcelona estaban informando por el éxito del mismo.

El principal objetivo marroquí, en estos momentos, es impedir, a toda costa, que se llegue a la cuarta edición y, por tanto, a su edición al inglés. No quieren que más personas se enteren del genocidio y expolio que están llevando, desde hace décadas, en el Sahara Occidental. No quieren que se cuestionen sus mentiras y difamaciones. Por todo esto estoy realmente orgulloso que mi obra rompa, por fin, todos los engaños referentes a un gran pueblo que ha sido abandonado durante demasiado tiempo.

Publicado en Diario el Minuto, Chile

Todo lo que queríais creer sobre Cataluña era mentira. Todo lo que os explicamos sobre España era verdad

Xavier Diez (@Herodot10), historiador

Existe un gran debate entre historiadores para tratar de comprender las causas que provocaron el hundimiento de la Unión Soviética. En las discusiones, se destacan numerosos factores que los observadores coetáneos constataban -el atraso tecnológico en el ámbito civil, la imposibilidad de seguir el ritmo de la carrera armanentística sin comprometer la viabilidad de la economía doméstica, el desabastecimiento crónico,…- pero existían otros más intangibles, más difíciles de calibrar, pero quizá más relevantes a la hora de explicar la verdadera fragilidad de lo que todos consideraban una superpotencia. La realidad, más allá de toda propaganda y apariencia, es que en los últimos años de la URSS se propagó, a la manera de una epidemia incontrolable, una profunda desmoralización colectiva y una verdadera pérdida de confianza en el sistema, que precipitó un derrumbamiento con efectos devastadores entre millones de soviéticos desengañados ante el comunismo y castigados por el capitalismo salvaje posterior. Es la época en que se popularizó aquella cita tan significativa y que incluso recogió Fernando León de Aranoa en su mítica película Los Lunes al sol. “Todo lo que nos explicaban sobre el comunismo era mentira. Pero todo lo que nos explicaban sobre el capitalismo era verdad.”

Era exactamente así. Cierto monopolio de los medios y la educación según el cual el comunismo resultaba ser el mejor de los mundos posibles contrastaba con una realidad difícilmente digerible. En otros términos, la realidad soviética se fundamentaba en la mentira. Más allá de la retórica revolucionaria, existían desigualdades y un sistema social fundamentado en la ausencia de libertades personales hasta convertir la vida cotidiana en una experiencia frustrante y asfixiante. Eso no significa que no hubiera millones de ciudadanos soviéticos que creyeran, con fe religiosa, en las mentiras que se difundían desde el Kremlin. Pero a medida que se profundizaba la distancia entre mensajes triunfalistas y la dura y cruda realidad, el régimen se tambaleaba, puesto que hasta las mejores mentiras tienen un límite. Y finalmente, el muro, si bien empujado por la disidencia y un incrédulo occidente, acabó cayendo por su propio peso.

No es la primera ni la última potencia que se desploma, desconcertando a cualquier analista. En 2007, el historiador británico John Darwin publicó un interesante libro, El sueño del imperio. Auge y caída de las potencias globales, 1400-2000 (Taurus, 2012) que indagaba sobre el fenómeno de las decadencias que se llevaban por delante a antiguas potencias. A pesar de que existen contextos y factores singulares que ayudan a explicar estos procesos complejos, sí que existe una constante. Las naciones se aguantan en la medida en que existen consensos e intereses compartidos -aunque sean asimétricos- y se disuelven cuando estos factores desaparecen y aparecen ante los ojos de sus súbditos las debilidades y las falsedades sobre los cuales se fundamentaban.

Quien esto escribe no se considera determinista en absoluto, sin embargo, España, “el país más fuerte del mundo porque lleva siglos intentándose destruirse a sí misma sin conseguirlo”, según comentario irónico atribuida a Otto von Bismark, se fundamenta, como la mayoría de naciones del mundo, en ficciones y mentiras. El problema es que la España actual se basa en el mito fundacional de “la democracia que nos dimos” o una Constitución, la de 1978, que nació entre sables, se redactó entre grandes presiones de los poderes fácticos, se aprobó con grandes irregularidades en el censo, sin otra alternativa, y que, en el fondo, resultó ser la continuación del franquismo por medios democráticos. Aun así, funcionó durante varias décadas. El consentimiento de los gobernados, ya fuera por la necesidad de creer en la democracia, ya fuera por miedo, ya fuera por ilusión, funcionó mientras el estado profundo se retiró a la discreción de las cavernas, los cuarteles, los juzgados o las sacristías. Pero esta década que dejamos atrás ha resultado ser letal. La involución respecto a libertades democráticas, el saqueo de los ahorros populares producido por la banca, las reformas laborales que han empujado a los trabajadores españoles a los peores grados de degradación y precariedad continental, los escándalos económicos y morales protagonizados por la familia real, la represión contra la disidencia o la salida del armario de los grupúsculos fascistas reconvertidos en partidos políticos y aplaudidos y promocionados por unos medios de comunicación que jalean la violencia contra quien es o piensa diferente, han desnudado un régimen que por algún tiempo aparentó ser una democracia.

Pero quizá en este contexto de degradación democrática, ya surgidos desde la primera mayoría absoluta de Aznar, lo que ha resultado ser la principal prueba de estrés a la que se ha sometido la democracia española ha sido el “procés catalán”. El independentismo, que pasó en poco más de una década, de un quince a un cincuenta por ciento (sesenta si contabilizamos a los nacidos en Cataluña), no deja de representar una expresión política que sirve para desmontar la mentira de la democracia española. Muchos independentistas consideraron que la ruptura con el reino de España era la mejor manera de asegurar un sistema político decrépito cuyas instituciones se disuelven aceleradamente, en el que el franquismo emerge de las catacumbas, y pilares básicos del estado como la policía o la judicatura se han conjurado para aplicar un lawfare impropio de cualquier país europeo. Cualquier espectador que haya visionado la recomendable película de Roman Polanski “El oficial y el espía” podrá hallar inquietantes paralelismos en la manipulación de pruebas, la bancarrota del sistema mediático y judicial, la prevaricación o la miseria moral disfrazadas de patriotismo del que ha abusado la España de 2017-2020. En todo este patético contexto en el que se mantiene en la cárcel a disidentes por cargos inventados en una parodia de juicio, España parece autodestruirse a partir de una nueva autarquía judicial ante una Europa escandalizada por la deriva inquisitorial y la resurrección de las invenciones historiográficas del XIX como los mitos de la Reconquista, la visión teleológica de España y un anhelo de recentralización que lo que ha hecho ha sido polarizar un país que, por mucha banderita que camufle sus vergüenzas, se odia a si mismo.

Es cierto, la “rojigualda” ha servido en cierta manera como venda en los ojos para negarse a ver lo que sucedía con Cataluña, una lucha democrática para detener la deriva autoritaria iniciada con Aznar. Pero la formación del último gobierno español ha servido precisamente para exhibir a todo el mundo aquella dimensión trágica y autodestructiva que Alejandro Amenábar ha retratado en forma de película. Para evitar un gobierno con presencia de una izquierda (como es el espectro Podemos y los restos del naufragio del PCE) que, sin exageración alguna, podríamos considerar como moderada, e incluso conservadora. Pero en las últimas semanas, para evitar ese gobierno de coalición (tildado de rojo-masón-marxista-separatista), hemos asistido a rogativas por parte de una iglesia ultramontana, llamadas al golpismo por parte de uniformados, amenazas en la calle (penoso el episodio de asedio al diputado de Teruel existe), la ultraderecha exhibiéndose impunemente en las calles y con varios pies en las instituciones y tribunas en los medios. En fin, la involución de la última década, fundamentada en el uso torticero de leyes y tribunales, e incluso de una reinventada constitución que se alude para prohibir, restringir o reprimir, ha convertido España en una piscifactoría de pirañas. No hay más que ver el comportamiento indigno de decenas de diputados conservadores insultando, intimidando y amenazando a quienes no piensan como ellos. La crispación inoculada por los hijos del franquismo que, durante los ochenta y noventa habían quedado en segundo plano, han tomado los megáfonos y tratan de disputar las calles, con cobertura policial, jurídica y mediática.

Y, efectivamente, en muy pocos meses, España ha perdido el prestigio que había tardado décadas en conseguir. Y ahora, como durante los sesenta o inicios de los setenta del siglo pasado, una España que reprime la disidencia y que se siente profundamente insegura, se ha convertido definitivamente de la Turquía occidental, que quizá todavía posee algunos recursos menguantes para comprar espacios en la prensa (España Global) o sobornando o intimidando algunos funcionarios europeos, como hace regularmente Arabia Saudí. Pero el algodón de los presos políticos y los exiliados no engaña, puesto que son ellos los que venían alertando de esta deriva suicida de una España que trata de creerse sus propios mitos (incluso el tan apolillado Don Pelayo), y que dejan claro que este país se está haciendo daño a sí mismo. Ya sé que los prejuicios contra unos catalanes que nunca han sido aceptados como lo que son, una nación diferenciada de la castellana, que es la que ocupa la hegemonía de la identidad española, ha supuesto una venda en los ojos, y sobre todo, unos tapones en los oídos para no escuchar ciertas verdades incómodas. Pero todo lo que buena parte de los españoles querían creer sobre los catalanes (los mitos del supremacismo, el egoísmo,…) era mentira. Sin embargo, todo lo que los independentistas explicaban sobre España (que no es una verdadera democracia, que el Estado está ocupado por el franquismo fáctico e ideológico) era verdad. Muchos españoles de izquierdas, viendo las rogativas de un clero reaccionario o las impunes amenazas fascistas, empiezan a darse cuenta del problema. Evidentemente, no hay nada más letal y disolvente para la viabilidad de un Estado que sus mentiras se hagan evidentes. El emperador desfila desnudo, y aunque el niño que lo señala sea catalán, y por tanto, silenciado por los medios y boicoteado por los prejuicios, es cuestión de tiempo que todo el mundo se dé cuenta. Bueno, de hecho, todo el mundo se está dando cuenta, aunque la mayoría de españoles estén tardando bastante en reconocerlo.

Postdata:

Queridos Trolls. Ya sé que algunos de vosotros os indignaréis con este artículo, y probablemente os veréis tentados de constatarlo en vuestros comentarios. Tenéis, por supuesto, todo el derecho a hacerlo. Pero quizá, para haceros reflexionar, comparto una confiencia. A menudo muchos os preguntaréis cómo es posible que con cero apellidos catalanes y ninguno de mis abuelos nacido en Cataluña me haya pasado, como tantos otros, a defender la ruptura con vuestro país. Y sí, ha sido en muchos de los comentarios de desprecio, profundamente ofensivos, que vengo leyendo desde hace veinte años en cualquier noticia referida a Cataluña. Me sorprendió, primero; me entristeció después y me aleccionó finalmente que la incapacidad de aceptar una realidad incómoda se tradujera en una exhibición de prejuicios tan indocumentados que solamente pueden estar motivados a medias por la atrevida ignorancia y el estéril resentimiento. Pero quizá lo que más me molestó es que tantos y tantos comentarios insultantes no fueran nunca rebatidos por nadie con suficiente autoridad moral para poner en evidencia el simple hecho que, quien siembra vientos, acaba cosechando tempestades. Que sepáis que poseéis una responsabilidad a la hora cuestionar la viabilidad de vuestro país, mucho mayor que quienes fuimos a votar el 1 de octubre para expresar nuestra determinación por divorciarnos de vosotros.

Xavier Diez és membre del nostre grup de recerca. Aquest article va ser publicat el 13/01/2020 a Diario16.

Del conflicte al compromís: lliçons sobre la creació d’un estat

Carne Ross (@carneross), diplomàtic

© Reuters

No hi ha cap llibre que fixi les regles per arribar a la independència i les lliçons de la història són dures, escriu Carne Ross, fundador d’Independent Diplomat, un prestigiós grup d’assessoria diplomàtica amb seu a Nova York, Brussel·les i Ginebra. Aquest article fou publicat en anglès a The Independent, el 19 de juny, a manera de resposta a un polític independentista que va demanar-li consell.†

Fa uns dies, el líder d’un moviment que reclama un estat propi em va preguntar què calia fer per aconseguir-lo. No era una pregunta fàcil de respondre, evidentment. Però després d’haver participat en diverses lluites d’autodeterminació arreu del món, vaig transmetre-li el que n’he après. Les lliçons sobre l’autodeterminació —convertir-se en un estat—no s’extreuen a partir d’estudis acadèmics, de l’anàlisi jurídica o dels llibres… sinó d’una llarga experiència. La meva organització, Independent Diplomat, i jomateix hem assessorat dos dels últims tres països que s’han independitzat, Kosovo i el Sudan del Sud (el tercer a independitzar-se més recentment ha estat Montenegro). He assessorat els governs i els partits d’altres països que fins ara no han aconseguit l’objectiu d’independitzar-se: Palestina i Catalunya. He treballat o he parlat amb líders i activistes de Barcelona, Papua Occidental, Caixmir, Sàhara occidental i Somalilàndia i fins i tot del Tirol del Sud. De fet, he acudit al Consell de Seguretat de les NN.UU. en nom d’almenys cinc d’aquests moviments independentistes. Vaig treballar-hi com a diplomàtic britànic, i per això he viatjat en una cabina de primera classe, però també he rebut el tracte del bestiar i se m’hi ha barrat el pas.

Aquesta última circumstància em porta a exposar la primera lliçó, que és difícil d’assumir per als aspirants a tenir un estat. Els paons no voten per Nadal (o el dia d’Acció de Gràcies). El sistema internacional d’estats consolidats no està gens predisposat cap als nous estats. Potser això no sorprendrà gens. A molts estats, des del Níger fins a Espanya, els preocupa la possibilitat de trencar-se. Als governs i als governants no els agrada perdre poder. La gent pot sentir-se desconcertada per la perspectiva de la “secessió”, especialment si considera que afecta als seus drets.

Però no n’hi ha prou amb rebutjar els sentiments forts, un refús que massa sovint es tradueix en repressió.La decisió del govern britànic de permetre un referèndumsobre la independència escocesa va ser excepcional i sàvia.

Contrasta amb la resposta punitiva d’Espanya contra el nacionalisme català: alguns dels polítics que van organitzar una votació pacífica a Catalunya són a la presó. En tots els casos d’autodeterminació (potser amb l’excepció de Palestina), el sistema basat en l’estat consolidat era, de bon començament, hostil a la proposta. A Kosovoi al Sudan del Sud la predisposició inicial de les NN.UU, de la UE i d’altres organismes era negativa fins que va deixar de ser-ho (per bé que més tard canviessin de parer i Kosovo encara ara no sigui un estat membre les NN.UU.). En ambdós casos es va viure un procés diplomàtic dolorós i tortuós per arribar a una conclusió òbvia per a tota persona que hagués viscut sobre el terreny: els dos estats havien de néixer o la guerra estava assegurada.

A conseqüència d’aquesta hostilitat sistèmica dels estats consolidats, la segona lliçó és clara:no hi ha cap model per poder esdevenir un estat. No hi ha cap comitè ni cap reglament de les NN.UU. per examinar aquests casos. No hi ha cap lloc web per explicar com es fa. Cada cas és diferent. Al capdavall, un només s’independitza si estira del carro ell mateix. No us ho regalarà ningú, tot i que, en última instància, són altres estats els que us han de reconèixer com a estat (una paradoxa bàsica que és al cor del problema): les declaracions unilaterals d’independència serveixen de ben poc i sovint provoquen encara més resistència.

Com que el procés no està institucionalitzat, a la pràctica, i segurament també en la teoria, l’autodeterminació té molt poc a veure amb la llei —excepte en alguns casos estranys. Hi ha molts i voluminosos textos legals sobre els criteris per assolir la categoria d’estat: la convenció de Montevideo i d’altres. Però he constatat que aquests tractats són en gran part irrellevants i només serveixen com a eines per a l’anàlisi retrospectiva. L’opció de reconèixer un estat és sempre un acte polític dels altres estats. Els tribunals internacionals no prenen la decisió, encara que les seves resolucions puguin confirmar la necessitat d’una decisió (com ha fet la Cort Internacional de Justícia amb el cas del Sàhara Occidental). Els arguments legals poden reforçar les decisions polítiques, però no són mai el primer argument. Una vegada vam aconsellar al govern de Kosovo que no distribuís un document jurídic que avalava la demanda d’adquirir la condició d’estat. Per què ho vam fer? Perquè era molt feble. En canvi, el cas de Kosovo era políticament fort: la gran majoria de la població volia la independència i la província havia estat governada per separat des del 1999.

En un altre cas, més estrany, la llei sí que importava realment. Però no era el dret internacional. En el cas de Montenegro, Sèrbia i la resta del món va acceptar la celebració d’un referèndum d’independència, i la posterior separació, perquè Montenegro ja tenia l’estatus de república en la constitució de l’estat —de curta durada i que actualment ja no existeix— de la República Federal de Iugoslàvia, la qual derivava de la constitució de la federació comunista de Iugoslàvia redactada per Tito. Kosovo no havia gaudit d’aquest estatus constitucional, tot i que era part del país, i aquest va ser un dels arguments que Sèrbia va esgrimir per oposar-se a demanda kosovar d’independència, que era igualment legítima. Una conclusió necessària, la tercera lliçó: la llei no defineix i no hauria de definir la legitimitat.

“Es podria omplir una biblioteca amb les resolucions de les Nacions Unides que exigissin un estat palestí, i no obstant això Palestina no és independent

En quart lloc, i aquesta reflexió no agrada als moviments d’alliberament nacional: l’estat que més contribueix a l’autodeterminació és el que esteu deixant. Per a Catalunya, la feroç oposició de Madrid a qualsevol procés d’autodeterminació ha actuat de palanca, almenys de moment.

El principal obstacle per al reconeixement de Somalilàndia per part d’altres estats, que d’altra banda elogien l’estabilitat i la democràcia d’aquest país, rau a Mogadiscio. I no cal ser un expert en l’Orient Mitjà per copsar que el país al qual afecta més la lluita de Palestina per esdevenir un estat és, per descomptat, Israel (seguit de prop pels Estats Units).

En cinquè lloc, i aquest aspecte és més del grat dels moviments d’alliberament: no et rendeixis mai. Durant dècades, els estadistes i els anomenats experts van creure que Timor no s’independitzaria mai d’Indonèsia. Els líders de Timor Oriental, que quan no estaven empresonats eren a l’exili, es passejaven pels passadissos de les NN.UU. i d’altres organismes semblants i, en el millor dels casos, eren rebuts amb cortesia però amb indiferència (personalment he experimentat la mateixa sensació diverses vegades). No es van rendir mai. I avui Timor Oriental és independent. He conegut els valents líders de Papua Occidental, un indret que hauria de ser alliberat de la mateixa opressió que van suportar els timoresos orientals. Espero que un dia ho aconseguiran. Ells també han après aquesta lliçó. El Caixmir tampoc no renunciarà: la persistència de la seva lluita exigeix, com a mínim, ​​algun tipus de resolució. El problema no desapareixerà tot sol.

Sisè, els compromisos de la “comunitat internacional”, com ara el dret internacional, no comptem per a res. Podeu omplir una biblioteca sencera amb les resolucions de les Nacions Unides que exigeixen un estat palestí, inclosa la resolució 67/19 11317 de l’Assemblea General que va dotar Palestina d’una mena d’estatus especial a les NN.UU, i les ur-resolutions 242 i 338 amb les quals es va aprovar l’anomenada “solució” dels dos estats i, no obstant això, Palestina no és un estat independent.

Al Sàhara Occidental, el 1991 el Consell de Seguretat de les NN.UU. va acordar que s’havia de celebrar un referèndum d’autodeterminació i des de llavors s’ha repetit aquest compromís anualment —i de vegades semestralment. Es va organitzar una cara missió de les Nacions Unides que vetlla per aquest referèndum. La “comunitat internacional”, és a dir, els països poderosos que dirigeixen les NN.UU, coneguts com a P5, no han fet res per complir el compromís que havien adquirit. Moltes vegades, i sense cap mena de complaença, he advertit els amics palestins que és un gran error creure que pel fet que “ells” els hagin promès un estat propi, al final estaran a l’altura de les seves obligacions i els el concediran. No funciona així.

En setè lloc, en tots els casos recents d’autodeterminació problemàtica, els Estats Units han esdevingut cabdals. Kosovo i el Sudan del Sud es va independitzar perquè els EUA així van decidir-ho i van arrossegar la resta de la comunitat internacional a fer el mateix. Si els EUA decideixen que és el moment per a un estat palestí veritablement independent, tal com hauria de ser, llavors estic segur que això passarà. En aquest àmbit, el món multipolar encara no s’ha manifestat. Com si es tractés de plantejar una contraproposta a la independència de Kosovo, a la qual Moscou es va oposar formalment tot i acceptar-la en privat, Rússia va encoratjar la independència d’Abkhàzia i Ossètia del Sud. Aquests dos candidats a esdevenir estats van ser reconeguts per cinc països, incloent-hi els sàtrapes russos, Veneçuela i Síria. Una altra qüestió és si els Estats Units suportaran l’actual descens de la seva influència com a potència determinant.

Finalment, la pitjor lliçó de totes.

Somalilàndia és una democràcia i un exemple d’estabilitat a la Banya d’Àfrica. Té plantejada una forta disputa legal per esdevenir estat, ja que argumenta que existia amb anterioritat a la creació de Somàlia. La població ha votat aclaparadorament per la independència. Des del 1991 ha exigit pacíficament que se l’acceptés com a estat independent (i de fet va ser-ho un cop després de la descolonització britànica). Somalilàndia no ha estat reconeguda per cap altre estat i ha d’aguantar la indignitat que la BBC l’anomeni “separatista”, com si fer-ho definís alguna cosa.

“Cap dels països afectats no estaria disposat a admetre-ho, però va ser la violència allò que va desencadenar el procés que va acabar amb la declaració d’independència de Kosovo

El Front Polisario, que representa els pobles indígenes del Sàhara occidental ocupat, ha esmerçat gairebé 30 anys amb pacífics i a la vegada infructuosos esforços diplomàtics per exigir el compliment de la promesa feta per la comunitat internacional que es convocaria un referèndum d’autodeterminació. Durant tot aquest temps, el Polisario s’ha negat a reprendre la lluita armada per aconseguir l’alliberament, malgrat les múltiples provocacions, incloent-hi l’annexió irregular marroquí del territori sahrauí. Han demostrat tenir paciència i un profund compromís per trobar una resolució pacífica. Quin ha estat el resultat? No hi ha hagut referèndum i les possibilitats que se’n convoqui un són escasses. El Front Polisario i 175.000 refugiats expulsats pel Marroc el 1975 viuen als camps de refugiats del desert del Sàhara.

Un matí a Nova York, poc abans del referèndum sobre la independència del Sud del Sudan, conseqüència de l’acord d’alto el foc que va acabar amb la llarga i increïblement sagnant guerra civil sudanesa, el Consell de Seguretat de les Nacions Unides va celebrar el que es va denominar una reunió formal per aprovar la votació. Van assistir-hi personalitats influents com Hillary Clinton, llavors secretària d’Estat dels Estats Units, i el secretari general de les Nacions Unides. Jo també hi era amb un líder sudanès del Moviment d’Alliberament del Poble del Sudan (SPLM) que havia estat convidat a parlar en aquell fabulós fòrum. Per casualitat, aquell mateix dia, però a la tarda, el Consell de Seguretat s’havia de reunir privadament en les anomenades “consultes informals” per debatre, i no fer res, sobre el Sàhara occidental. El Front Polisario no va ser convidat a parlar-hi, sinó que es va haver d’esperar fora de la cambra privada amb el sudanesos. El líder de l’SPLM es va aturar i jo vaig fer les presentacions: es van trobar dos líders de l’alliberament nacional, ambdós exguerrillers, que exigien la independència. La primera pregunta que el representant sahrauí va fer al sud-sudanès atacava el moll de l’os: per què el sud del Sudan havia aconseguit un referèndum d’independència i ells no? El líder de l’SPLM no va dubtar gens i va respondre-li: perquè nosaltres vam deixar molt clar que si no ho aconseguíem tornaríem a la guerra l’endemà.

Tota una lliçó, que era la mateixa que havia après a Kosovo. El Consell de Seguretat de les NN.UU va rebutjar fer res sobre quin havia de ser l’estatus de Kosovo després que la intervenció de l’OTAN del 1999 acabés amb el control serbi de la província. Hi va haver moltes converses, però cap acció real per resoldre la qüestió de la independència que reclamava la població majoritària albanokosovar. El 2004, es van produir uns aldarulls mortals a Kosovo provocats, en part, per la forta frustració derivada de la manca de solucions. Hi van perdre la vida catorze persones. La província va caure en la violència. Diversos alts càrrecs dels EUA i de la UE van visitar la zona amb rostres de preocupació. Jo hi era (el govern britànic m’havia destinat a les NN.UU.) i els vaig dir: facin el possible per tal que s’independitzin o es tornaran a repetir els disturbis i seran més greus. Altres persones van dir el mateix. Cap dels països afectats no estaria disposat a admetre-ho, però va ser la violència allò que va desencadenar el procés que va acabar amb la declaració d’independència de Kosovo el 2008.

La lliçó no podia ser més clara, però tal vegada calgui explicar-la. Cal facilitar alguna mena de consens i de fòrum internacional per abordar les diverses demandes d’autodeterminació a tot el món i que són potencialment violentes. El traçat arbitrari de les fronteres a l’Orient Mitjà, a l’Àfrica i a Àsia que han fet els ineptes i irresponsables funcionaris colonials ha provocat una gran quantitat de crisis d’autodeterminació encara no resoltes. El Caixmir, font de conflicte entre dos països amb armes nuclears, no és tan sols una qüestió d’interès local. Necessitem uns criteris acceptats per tothom per avaluar la legitimitat d’aquestes demandes, incloent-hi, per exemple, la protecció de les minories, la no interferència de poders externs i l’adhesió als principis democràtics (la no violència també pot ajudar-hi), i per això necessitem un espai per poder parlar-ne sensatament. No pot ser un tribunal, ja que aquestes disputes no es presten a un arbitratge legal. Són assumptes polítics que s’han de resoldre per mitjans polítics: negociació, negociació i més negociació.

Així doncs, aquest va ser el consell que vaig donar al líder independentista. S’ho va prendre bé, però amb preocupació, perquè no totes aquestes observacions eren ben rebudes. Tot i que viu envoltat de guerra, és un home de pau i raonable. No em va agradar haver-li de dir que l’amenaça de la guerra havia estat decisiva en els dos exemples d’autodeterminació “reeixida” en els qual he intervingut, però la veritat és que ha estat així. I en tots dos exemples, els estats resultants han esdevinguts problemàtics i, en el cas del Sudan del Sud, terriblement violent a conseqüència de les rivalitats locals. Aquest és un dels exemples que sovint s’exhibeix erròniament a nivell mundial per oposar-se a tots els que busquen nous estats. Però estic segur que ell, com jo, preferiria aconseguir-ho d’una altra manera. Li agradaria poder debatre la seva demanda d’autodeterminació d’una manera més sensata i, sobretot, pacífica.

[Traducció: Agustí Colomines] Article original en anglès: “From conflict to compromise: Lessons in creating a state”, publicat al diari londinenc The Independent, del 19 de juny de 2019. Es reprodueix amb el permís de l’autor: © Carne Ross

Saharaui, un pueblo abandonado

 

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Alberto Maestre y Agustí Colomines

El pasado día 9 presentamos Un Pueblo Abandonado. Los engaños en la descolonización del Sahara Occidental, en los locales de La Casa del Libro en la emblemática Rambla Cataluña de Barcelona.

Presentar el libro en uno de los locales que posee dicha cadena de librerías, representó un hito de primer orden, puesto que estamos refiriéndonos a una de las más importantes de España.

Por : Alberto Maestre Fuentes

La sala de conferencias estaba en consonancia a la importancia de La Casa del Libro, es decir, es inmensa. Reconozco que días antes tenía mis dudas de que se pudiera llenar dado el tamaño de la misma, pero mis temores resultaron ser inciertos puesto que hubo gran asistencia de público.

Entre los presentes cabría destacar al Delegado del Frente Polisario en Cataluña, representantes del Ayuntamiento, de distintas organizaciones pro saharauis, sobrevivientes de la represión marroquí, escritores, periodistas y muchos amigos del pueblo saharaui y también, todo hay que decirlo, mis incondicionales familiares y amistades que nunca se pierden ninguna de mis presentaciones.

Me presentó el profesor, el Doctor Agustí Colomines que como siempre causó sensación entre todos nosotros. Tengo que señalar que el Dr. Colomines fue tutor y director de mi tesis doctoral, de la que es reflejo este libro y que, gracias a sus consejos y enseñanzas, pude culminar satisfactoriamente mis estudios de doctorado.

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Le debo una gratitud inmensa que nunca podré olvidar. Y así abusando de la confianza del que fuera mi profesor, tutor y director, una vez más presentó mi obra. Después de su brillante intervención, realicé mi modesta presentación explicando la importancia de dar visibilidad a este conflicto de descolonización pendiente para así,  ayudar a su resolución definitiva, puesto que al concienciar a la población de la existencia del mismo, se podría ejercer una presión importante para conseguir una solución que, siempre deberá pasar, por el derecho reconocido internacionalmente al pueblo saharaui a su autodeterminación.

Finalmente, como no podría ser de otra manera, gracias a las personas que se encontraban presentes, se generó un debate muy interesante y constructivo. Todos coincidimos en la falta de noticias en los medios de comunicación sobre la última colonia de África y, como esto, beneficia tanto a los ocupantes marroquíes, como a los responsables de la existencia de la misma, es decir a las autoridades españolas.

Silenciar que existe un problema de descolonización, que hay un pueblo que tiene reconocido su derecho a la autodeterminación y, que vive en cambio refugiado más de 43 años fuera de su tierra, no lo ayuda en absoluto.

Por eso la importancia de estos actos y que esta obra científica que, destapa todos los engaños infringidos por parte de España al noble pueblo saharaui, vaya colocándose entre las principales librerías.

Por mí no quedará que este conflicto olvidado salga a la luz de una vez por todas, y haré todas las presentaciones que me propongan para que así sea.

No hay que olvidar que silenciar una ocupación ilegal te hace también cómplice de la misma pues beneficia a los ocupantes en detrimento de un pueblo.

Publicado en diario elminuto, 12/01/2019. Ver también: Bubisher.